PROMESAS ROTAS, PROMESAS FALSAS

Una promesa puede potenciar la confianza que tenemos o nos tiene alguien, pero también puede romper esto. Las promesas se hacen muchas veces para intentar agradar a la otra persona. “Prometo que voy a ir”, “prometo que estaré ahí”… algunas promesas se hacen sin tener en cuenta su gran valor.

¿Has prometido alguna vez algo que no has cumplido? Esto, probablemente, haya decepcionado a alguien de tu entorno, pero quizás no te hayas dado cuenta. No somos consciente de la importancia de una promesa, hasta que somos nosotros mismos los afectados por ella.

«Deja de hacer promesas si no puedes mantenerlas»

 El valor de cada promesa

Las promesas están terriblemente sobrevaloradas. El hecho de incumplir una de ellas provoca decepciones, dolor, que la confianza se vea cuestionada…

Le hemos dado un valor increíble a cada promesa que hacemos, pues cuando la hacemos o nos la hacen nos están asegurando algo. ¿Pero, realmente, se pueden asegurar las cosas?

Las personas cambiamos continuamente y la vida y los acontecimientos marcan, en muchas ocasiones, el transcurrir de todo y de todos. Puedes realizar una promesa con la mejor de tus intenciones, pero quizás no puedas llegar a cumplirla de verdad.

Esto es un factor que todos deberíamos tener en cuenta, que deberíamos valorar. Otra cosa es cuando hacemos promesas sin valor alguno.

¿No pasa lo mismo con ciertas palabras como “te quiero” o “perdón“? Palabras que poco a poco van perdiendo su significado. Palabras que se dicen como si fuéramos loros o papagayos, pero sin sentimiento.

Deberíamos aprender a querer más a nuestras palabras. A utilizarlas conscientemente, valorándolas de verdad. De nada sirve decirlas sin sentido, utilizarlas sin motivo.

Aprende a prometer de verdad y a cumplir tus promesas. Si eso no es posible, ¡no pasa nada! Pero, háblalo. No permitas que la confianza se rompa. No permitas que tu promesa se convierta en una promesa rota.

«Las grandes promesas siempre son muy sospechosas»-Juan Eusebio Nieremberg-

 Promesas que, en realidad, no lo son

No sabemos cuán grave es más, si que una promesa se acabe rompiendo o que esta haya sido simplemente una ilusión. Así es. Hay muchas promesas que nunca existieron, promesas que nos hicieron creer que lo eran.

En el mundo en el que vivimos existen muchas personas manipuladoras que intentan manejarnos a su manera, sin tener en cuenta nuestras necesidades. Somos marionetas en sus manos.

Estas personas pueden hacer promesas “falsas”, promesas conscientes de que en realidad no lo son, con el objetivo de manipularnos o, simplemente, hacernos daño.

Sí, hay mucha gente en este mundo que libremente daña a los demás. Por eso debemos saber en quién confiar, y si una vez nos encontramos con una persona así, abrir los ojos para identificar próximos encuentros con personas similares.

Algunas personas nunca han sabido lo que en verdad es una promesa. Nunca han conocido su valor, tan solo las hacen con algún objetivo concreto. Son promesas vacías, carentes de significado.

Esto puede ocurrir porque nunca le han enseñado el valor que puede tener una promesa o siempre ha vivido bajo un ambiente completamente negativo.

«Lo importante no es lo que se promete si no lo que se cumple»

 ¿Qué tal si abandonamos las promesas? Estas hacen más daño que bien, pues no siempre podemos estar seguros de poder llevarlas a cabo.

Es mejor llevarlo todo a la acción, demostrar con hechos esa promesa que quizás nosotros tenemos en mente, pero nunca hemos expresado verbalmente.

Las palabras no lo son todo. Decimos más con ellas de lo que realmente después hacemos. No hables por hablar, no prometas por prometer. Tus actos siempre hablará más de ti que tus palabras. Ellos serán los que verdaderamente cuenten, los que tendrán significado.

«No hagas promesas. Es mejor sorprender con una acción y arrancar una sonrisa, que decepcionar con una mentira y arrancar mil lágrimas»-El tren de la vida-

 ¿Estás dispuesto a ponerte manos a la obra y sorprender con tus actos en vez de adelantarte a ellos con palabras? Empieza hoy mismo. Harás más feliz a las personas y tú también será mucho más feliz.

Por Save Tibet