RELACIONES ARMONIOSAS

El entrenamiento mental puede ayudarte a mejorar la calidad de tus relaciones.

Si quieres mejorar una relación que se deterioró con el paso del tiempo, se enfrió por culpa de los malentendidos, no tiene esa “chispa” que antes la mantenía viva y, en resumen, no es todo lo armoniosa y constructiva que te gustaría, desde ahora mismo puedes empezar a cambiar eso.

Lo primero, debes tener claro que tu vida es como un espejo: todo lo que tienes es un reflejo de lo que piensas, sientes, dices y haces. Recuérdalo

Básicamente: si sonríes a la vida ella te sonríe a ti, y eso puedes aplicarlo en cualquier área de tu vida.

Y si quieres conocer algunos tips esenciales que pueden ayudarte a mejorar tus relaciones familiares, si los pones en práctica harán que cualquier relación mejore como por arte de magia. Toma nota:

1) Empieza por ti. El primer paso para cambiar tu relación con esa persona que quieres, no está en él o ella… sino en ti.

Así que antes de intentar mejorar la relación con otra persona, asegúrate de darte a ti mismo todo lo que necesitas (si no ¿cómo se lo podrás dar a los demás?), básicamente, mira dentro de ti y trata de tener la actitud correcta para después poder arreglar lo de fuera.

Ah! Y al contrario de lo que puedas creer, mirar por uno mismo no significa ser egoísta, no es malo y no quiere decir que estés descuidando a los demás. ¡Es algo que todos necesitamos!

2) Ponte en la frecuencia correcta. Para vibrar en la frecuencia correcta necesitas prestar atención a tus pensamientos, tus palabras, tus emociones y tus acciones. Pensar en positivo, eliminar las quejas, desafiar tus creencias y no enfocarse en el problema sino en la solución.

3) Agradece. ¿Sabías que la gratitud tiene un poder increíble? Mientras expresas gratitud no puedes experimentar ninguna sensación negativa, así que dedica unos minutos al día a agradecer por todo lo bueno que te ha aportado esa persona.

Es un ejercicio ideal para enfocarte en lo bueno. Así que piensa en los buenos momentos y siéntete agradecido por ellos.

4) Visualiza. No hay herramienta más efectiva que la visualización.

En el momento del día que tú quieras, preferiblemente cuando te despiertes o antes de acostarte, dedica unos minutos a visualizar la relación que te gustaría tener con esa persona.

Piensa en situaciones con esa persona que te gustaría vivir, en experiencias que te gustaría compartir y siéntelo como si realmente lo estuvieras viviendo.

Este sencillo ejercicio tiene una fuerza increíble para que logres mantener la serenidad en tu relación con esa persona, eso es porque el cerebro no distingue una imagen real de una imaginada y se «acostumbra» a estar «de buen rollo» con esa persona.

5) Toma acción. Y por último, si quieres mejorar la relación con algún familiar… ¡Házselo saber!

Dile lo que sientes, cómo te sientes y da el primer paso… Piensa que absolutamente todos merecemos tener relaciones armoniosas y estar bien con nuestros seres queridos.

Ramón Luengo

Entrenador Alto Rendimiento Mental